La disciplina consiste en la imposición de estándares externos y controles sobre el
comportamiento individual. Permisivismo es la ausencia de dichos estándares y
controles. Autoritarismo consiste en un control excesivo, arbitrario y autocrático,
diametralmente opuesto al permisivismo. Entre los extremos de estos dos conceptos
existen diversos grados de control; en el Colegio se ha optado desde sus inicios por
el que representa la llamada disciplina democrática.
La disciplina es un fenómeno universal-cultural que desempeña cuatro funciones en
la formación de los individuos. La primera función es de socialización, o sea, el
aprendizaje de los estándares de comportamiento aprobados y tolerados en nuestra
sociedad. La segunda función hace referencia a la madurez de una personalidad
normal, constituida por rasgos como dependencia, confianza, autocontrol,
persistencia y capacidad para tolerar la frustración, considerando que la madurez no
es un fenómeno espontáneo, sino que es la respuesta a demandas y expectativas
específicas. La tercera función consiste en la interiorización de estándares morales
para el desarrollo de la conciencia; dichos estándares, obviamente, no se pueden
interiorizar a no ser que estén presentes externamente y aún después de dicha
interiorización, la experiencia universal de la cultura sugiere que las sanciones
externas son necesarias para asegurar la estabilidad del orden social. La cuarta
función hace referencia a la seguridad del niño, ya que sin la orientación
proporcionada por los controles externos de la forma menos ambigua posible, los
niños se sienten inseguros al colocar un peso excesivo sobre su capacidad de
autocontrol limitada.
De lo dicho se deduce que la disciplina de tipo democrático se basa en la imposición
del control que resulta necesario a fin de conseguir las cuatro funciones que
acabamos de citar; la disciplina y la obediencia no se consideran como fines en sí
mismos, sino como medios para lograr los fines citados.
Este tipo de disciplina es tan racional, no arbitraria y bilateral, como sea posible;
proporciona explicaciones, permite la discusión e invita a la participación de los
alumnos en la elaboración del conjunto de normas, siempre que estén en
condiciones de hacerlo.
Por encima de todo implica respeto por la dignidad del individuo; repudia por tanto,
las formas de castigo duras y abusivas, y la explicitación de los límites no se hace de
forma rutinaria o con ánimo de mostrar quién ostenta el poder, sino de forma
espontánea y únicamente cuando surge la necesidad de hacerlo.
Estas características hacen de la disciplina democrática el tipo de disciplina
adecuado a nuestra sociedad, donde las relaciones sociales tienden a igualar a los
individuos. Adicionalmente, resulta aplicable a medida que los niños se convierten,
de forma progresiva, en individuos responsables, capaces de comprensión y de
formular normas de conducta basadas en los conceptos de igualdad y obligación
recíproca. Sin embargo, en ningún caso libera al individuo de todas las limitaciones
externas, ni tampoco dispensa al profesor de su responsabilidad para tomar las
decisiones últimas en la clase.
Podemos, considerar el proceso disciplinario como un situación más o menos
compleja, más o menos necesaria y más o menor deseable, pero coincidiremos en
que existe o debe existir en tanto en cuanto el individuo ha de conseguir unos fines,
y en el colegio estos fines resultan ser los propios del proceso enseñanza/aprendizaje.
En último término, el sistema disciplinar deberá ser entendido como el conjunto de
procedimientos, incluyendo normas o reglas, mediante los que se mantiene en el
Colegio un clima ordenado y organizado, y cuyo valor no es otro que el de favorecer
la consecución de los objetivos propuesto en el proceso enseñanza-aprendizaje de
cada alumno, y todo ello dentro del marco de la definición axiológica del Colegio y de
la definición de disciplina democrática expuesta.
(Transcrito del Proyecto Educativo del Colegio Arturo Soria. Este texto lo redacté personalmente, y nunca nadie ha propuesto alguna modificación. Hoy, casi cuatro años después de dejar la dirección de este colegio, su Proyecto Educativo mantiene íntegro este trexto).