viernes, 5 de octubre de 2012

Alguna ironías, por lo menos, del Anteproyecto LOMCE, versión 1, 25/09/2012. Comentario(I) .

La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía y las cotas de prosperidad de un país; su nivel educativo determina sus capacidad de competir con éxito en la arena internacional y de afrontar los desafíos que se planteen en el futuro. Mejorar el nivel de los ciudadanos en el ámbito educativo supone abrirles las puertas a puestos de trabajo de alta cualificación, lo que representa una apuesta por el crecimiento económico y por conseguir ventajas competitivas en el mercado global.

Casi nada; estas líneas son el primer párrafo del titulado anteproyecto LOMCE  (Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa). Si lo entiendo bien, cosa que en segundas y terceras lecturas no resulta tan fácil, me puedo preguntar qué hacemos salvando bancos y pensando en pedir dinero al BCE, al FMI y a Bruselas; nada de eso; hay que mejorar la educación (para mi, siempre sistema escolar), porque sin educación se gripa el motor de la economía y de la prosperidad, no podemos competir (torear) en la arena internacional, ni nuestros paisanos tendrán puestos de trabajo de alta cualificación, no habrá crecimiento económico, ni podremos competir en el mercado global. Me pregunto, profundizando un poco más, si "puestos de trabajo de alta cualificación" significa salarios mucho más altos.... para quienes consigan esos puestos; el resto, sueldos justitos, ¿no?

El título de este post también es literal. No pasar por alto el hecho de que estamos ante las versión "1", con fecha; pero falta, para ser consecuentes, numerar las páginas dando el total: 1/47; 2/47; etc. Este detalle está en contra de las normas ISO, que, cada día que pasa, estoy más de acuerdo en que son un invento de los "europeos" después de una noche bebiendo cervezas..

En el mismo preámbulo del anteproyecto, unos párrafos más adelante, podemos leer:

...es necesaria una reforma del sistema educativo (para mi y siempre, escolar) que huya de los debates ideológicos que han dificultado el avance en los últimos años. Es necesaria una reforma sensata, práctica, que permita desarrollar al máximo el potencial de cada alumno.

La afirmación de huir de los debates ideológicos, es una petición de principios; no hay manera de huir -nada menos que huir, por su peligro, claro- de la ideología, y si es posible, es una ideología. La aparente, por lo menos, identificación entre sensatez y practicidad, para irnos a términos abstractos en los que acaba el anteproyecto, es, cuando menos, una reducción de ambos términos. La sensatez no tiene por qué ser práctica; y, por supuesto, la práctica puede ser insensata. Lo más curioso, y chocante, es que el redactor, o redactores, de este preámbulo autodefinen el anteproyecto con estos términos, como si todas las leyes anteriores, y las vigentes en concreto, fueran ideológicas, insensatas y poco prácticas.

El principal objetivo de esta reforma es mejorar la calidad educativa, partiendo de la premisa de que la calidad educativa debe medirse en función del  "output" (resultados de los estudiantes) y no del "input" (niveles de inversión, número de profesores, número de centros, etc).

Son las tres últimas líneas de la primera página. De entrada, se define la calidad, puesto que así se mide, por los resultados de los estudiantes  ¿qué resultados se pretende medir? Si leo este anteproyecto de LOMCE hasta el final, ni identifico más que resultados de conocimientos académicos. Por si hay duda, basta con seguir leyendo tras el punto y seguido del párrafo en cursiva anterior:

Para ello, todos y cada uno de los alumnos serán objeto de atención en un búsqueda de desarrollo del talento, que convierta a la educación en el principal instrumento de movilidad social, ayude a superar barreras económicas y sociales y genere aspiraciones y ambiciones realizables para todos.

Lo primerito;  recuperamos finalidades al sistema educativo (escolar) muy antiguas, con más de cincuenta años cumplidos, que sabemos que no se han cumplido nunca, en ningún país, aunque se afirme en todas las campañas políticas, y siempre que se propone una reforma del sistema educativo (escolar). Estas tres líneas en cursiva resucitan, creo, el principio de igualdad de oportunidades, pero predicado de lo que cada alumno es capaz de conseguir con su "talento", porque en vez de "oportunidades" serán resultados de cada uno en la escala social y laboral.

En el último párrafo del primer parágrafo del preámbulo del anteproyecto, puedo leer:

Esta reforma del sistema educativo pretende ser gradualista y prudente, basada en el sentido común, sostenible en el tiempo pues su éxito se medirá en función de la mejora objetiva de los resultados de los alumnos.

Vuelven los redactores a autodefinirse como prudentes y con sentido común. Si llego hasta el final de todo el anteproyecto, y leo el calendario de aplicación de esta ley, se entiende lo de "gradualista", pero dudo mucho que sea prudente e investida de sentido común.


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