sábado, 23 de abril de 2011

¿Sobre qué estoy escribiendo? ¡Horror!

En un rato de aburrimiento, que es un estado recomendable, he repasado lo que he ido escribiendo en este blog: ¡horror! Estoy defendiendo la escuela que existe hoy, y encima quiero hacerla mejor. No tiene sentido. Por ejemplo, la entrada más leída (un 30% del total entradas leídas) es la "definición de educación de Durkheim". Encima escribí que es la mejor que conozco; es verdad, pero responde a un sistema escolar, a una educación, pasada. Abrí este blog con la intención profunda de encontrar unas bases distintas al sistema escolar, y por ello con unos fines distintos. La definición de Durkheim responde a un modelo, nacido con la modernidad, que, como ésta, se ha ido deshaciendo; el gran acierto de Durkheim fue dar una definición de educación que encajó perfectamente en el esquema de educación y de escolarización de masas de la modernidad; no inventó nada, describió, de forma sintética, lo que estaban queriendo hacer. ¿Estamos, de verdad, después de la modernidad? Creo que sí, pero no lo sé; y lo creo porque lo dicen muchos, y porque la realidad me parece distinta a aquella en la que crecí y vi  crecer a la vez, pero los argumentos no los encuentro.

¿Como podemos seguir pensando que el fin de la educación es liberar o reprimir, cuando la educación se nutre del doble juego de la represión para liberar? Ya dijo Kant que la disciplina es la parte negativa (represión) de la educación, y la instrucción (liberación) es la parte positiva, en su Pedagogía.

¿Por qué parece nuevo el intento de mejorar las materias científicas para mejorar la economía de un país, cuando este argumento es tan antiguo como el sistema de escolarización de masas? ¿Por qué esperamos del sistema escolar hoy que recomponga al ciudadano, cuando hasta el arte y la educación física entraron en el sistema para mejorar la formación en valores en el siglo XIX?

¿Por qué esperamos que el sistema escolar "arregle" los desajustes sociales, cuando sabemos que el sistema escolar está y es construido por la sociedad, y el sistema escolar es un elemento constructor de la sociedad; por qué creemos hoy en una de las partes de este juego social? ¿Por qué demandamos una "moral cívica" que sustituya a las morales de las religiones, cuando, por ejemplo, ni en la Republique ha ocurrido de verdad? La moral republicana (no el modelo de Estado republicano) no ha ganado todavía en ningún país, tras dos siglos largos de intentarlo.

No borro nada de lo escrito, pero seguiré buscando una definición de educación y del sistema escolar que se adapte mejor a los cambios que están en marcha; de estos cambios pretendo seguir escribiendo, de momento.

domingo, 10 de abril de 2011

CAM: Bachillerato excelente.

En la CAM -no confundir: Comunidad Autónoma de Madrid- y en el curso que viene, con espacio asignado ya, habrá un "bachillerato excelente" o, lo que es lo mismo, un bachillerato para alumnos excelentes y con  profesores excelentes; luego quienes no entren en ese bachillerato excelentes serán peores profesores y peores alumnos. El chiste no acaba aquí; la excelencia, tras siglos que demuestran que las "notas" que "ponen" los profesores no son predictoras de casi nada de lo previsto por ellas; ni en conocimientos futuros ni en "excelencia" social, ni ética, ni profesional ni económica.

¿De verdad el baremo va a ser la nota media de la ESO, y deberá ser a partir del 8? ¿la excelencia no ha sido siempre el "sobresaliente"? Tras el fracaso del sistema, ¿la excelencia es el notable? ¿Cuántos alumnos y profesores se van a beneficiar de este sistema excelente?

¿El bachillerato excelente está en contra de la equidad, que hasta hace poco llamábamos igualdad?

Como la presidenta de la CAM ha levantado un debate, similar a los anuncios que hay hoy en la prensa de la CAM -ahora sí, Caja de Ahorros del Mediterráneo- todos podemos opinar. Creo sinceramente que el fracaso va a ser para las alumnas y alumnos que opten por el bachillerato excelente; porque la nota media no es igual a unos conocimientos  excelentes, ni análogos; pero sus profesores vana poner el "listón"... ¿dónde?, pues al nivel de lo se encuentren en el aula, partiendo de la expectativa de que son todos, todos, excelentes... ¿en qué? ¡Sólo en la nota media! La excelencia detectada sólo por la nota media romperá la solidaridad y el ejemplo, que son la argamasa del sistema de "clases" o "aulas" que la modernidad, la revolución industrial, la economía de escala, etc., inventó para un "sistema" escolar adaptado a una sociedad  que parece haber dejado de existir junto al paso a la historia de la "modernidad".