sábado, 28 de enero de 2012

No a los corruptos: manifiesto.



                     Decimos ¡NO!
                            a los
                      CORRUPTOS
(Se puede, y quizás debe, reenviar por e-mail; quien quiera, y a quien quiera)



23 de enero de 2012
Un lazo gris perla brillante, en la solapa o en el sitio teórico de la solapa de la chaqueta, puede llegar a ser el símbolo permanente de nuestra negación personal y profunda de la corrupción.
Condiciones:
·       Lazo de color gris perla brillante.
·       Comprado y compuesto personalmente, o aceptando el regalo de un amigo.
·       No aceptaremos este lazo de ninguna organización, bajo ningún concepto.
·       Queremos manifestar nuestro rechazo a la corrupción todos los días.
·       Queremos ser libres y no depender de ninguna organización; ni siquiera deberá existir una organización alrededor del “lazo gris perla brillante”, y por ello desaparecen ya las comillas.
·       No queremos que nos absorba ninguna organización, ni siquiera admitiendo las mejores intenciones.
·       Queremos que todos los ciudadanos de España lleguen lucir este lazo, pero voluntariamente y contando con su esfuerzo de comprar el trozo de cinta y el imperdible, y que hagan una rutina del ponerse el lazo siempre que se sale de casa.
·       No es una utopía (ningún lugar, y derivadamente irrealizable), sino una eutopía (“lugar bueno” y alcanzable).

Objetivo:
El uso masivo y diario del lazo gris perla brillante pretende avergonzar a los corruptos y arrinconarlos,  así tendrán tiempo de repasar y corregir sus “malas prácticas”,  y para que vayan desapareciendo, aunque sea poco a poco; porque la sociedad, masiva y personalmente, les echa en cara el mensaje: no queremos ser corruptos, y no queremos vivir entre corruptos.

Corrupción:
Toda conducta, toda, que se salga de los límites marcados por el Código de Comercio, por el Código Penal y toda, que es demasiado extensa, la legislación vigente. Desde no facturar un servicio para ahorrar al cliente el IVA, que no ingresaremos todos en el Tesoro del Estado, hasta los artilugios financieros fraudulentos, aunque se admitan en el sector, e incluso se recomienden por las agencias de rating; desde los contratos de arrendamiento verbales cuya renta se cobra en metálico y no se declara como ingreso, hasta los cobros que hacen dentistas y otros profesionales en metálico, o cheques por cantidades menores de 300 €, al portador y con fechas de emisión distintas; desde el jefe de compras de empresas privadas u organismos oficiales que acepta sobornos, aunque sean discretos y entregados en bolsas de comercios conocidos, hasta éstos mismos que aceptan grandes cantidades en metálico o en especie, simplemente por cambiar un expediente de orden; desde el funcionario que se deja descuidadamente el borrador del informe que emitirá en el coche del inspeccionado, para que lo conozca de antemano y pueda defenderse del golpe, hasta el político que venalmente defiende posiciones que favorecen directa o indirectamente a empresarios que pagan esos servicios. Esta lista no es, obviamente, exhaustiva; las posibilidades, las oportunidades y la imaginación de los corruptores y de los que se dejan corromper son indefinidas.

Honradez:
La honradez no es un valor que existe en la caverna de las ideas, ni nada que haya que “poner en valor”, en lenguaje político, que es dejar otra vez la honradez en su caverna; es una conducta de las personas que se niegan a las trampas, a las chapuzas de ingeniera financiera, a cualquier venalidad, a cualquier ventaja o privilegio al margen de la ley; personas que nunca tocan nada que no sea suyo, y que respetan la leyes que nos hemos dado para vivir en sociedad, reteniendo cada uno sus derechos individuales, sociales, políticos y económicos, porque están convencidos de que todos actuarán con las mismas pautas cívicas.

Eduardo Ferrer Grima.
efgrima@gmail.com

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