La deriva del sistema escolar desde su implantación generalizada en occidente después de la II Guerra Europea (Mundial) podría resumirse en la sustitución de la simpatía (Adam Smith) y emulación (Owen, Stow, Jardine), por la competencia y la cooperación (¿Malthus?). La LOMCE, en el fondo, avanza por el camino de la competencia y la cooperación. Breve, pero tiene el asunto para un rato; el cambio del sustrato, o sustento, del sistema escolar vigente es lo que buscaba con este blog; no sé si sé seguir, porque no creo que podamos volver atrás, no nos vale el modelo vigente (no alcanza los fines que floreadamente se le asignan), y después de bastantes años de búsqueda no encuentro otro camino que enrocarse en modificar lo existente, pero sin salir del bucle.
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