En un proceso temporal he pasado de desbarajuste a desagonía personal en el título de un grupo de cuatro entradas. Quizás porque alguien dejó caer que desbarajuste era insuficiente; los desahogos, aunque cerca de la agonía de Unamuno, tienen más fácil justificación. Sabemos por qué empezamos a pensar en algo, pero nunca sabemos, salvo que hagamos trampas, el final de esos procesos mentales, y pasamos de buscar en otro sitio a buscar en uno mismo. Será cosa de la edad. Vale.
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