Me parece inmoral seguir escribiendo sobre el sistema escolar y los desvaríos que las personas con poder dejan encima de la mesa sobre el tema. La crisis, oculta: desaceleración, es recesión; los políticos no saben más que los tertulianos de las emisoras de radio y de TV; el sistema de toma de decisiones en el gobierno es ignoto, a pesar de lo cual se toman decisiones que determinan el futuro de las personas; alguien, aunque tenga nombre y cargo, decide la defensa numantina del Congreso, amenazado por una manifestación; el presidente del gobierno está debajo de la cama, no se sabe si escondido o amenazante; alguien aprovecha la cresta de la ola, o eso piensa, y, de repente, por generación espontánea, se declara federalista de toda la vida; en una "coyuntura" de dictadura de la economía, otros corren hacia la política para tapar sus andrajos económicos; parece que nadie se siente, o se declara, responsable de lo que está pasando, luego volvemos al misterio de los cielos inclementes; todos, hasta los militares retirados, buscan sitio en la foto; que no se pueda iluminar un campo de fútbol es noticia mundial, y lo es porque juega el Real Madrid, no el dueño del campo que solo es el Rayo Vallecano; la ignorancia permite confundir un golpe de estado con una manifestación. Y no sé ya cuántas realidades más; pero todas ellas, me impiden seguir la pista a la reforma del sistema escolar; ¡qué hagan lo que quieran, mientras arreglen todo lo demás! Estoy seguro de que si es así, también funcionará el sistema escolar.
Los dos términos del título no son sinónimos, como suele parecer en el vivir diario. Para entender "educación" puede servir la definición de Durkheim. Sistema escolar/educativo es, en todo caso, una parte de la educación. Entender este segundo término para proyectar un futuro del sistema mejor que el vigente es un debate que puede interesar.
martes, 25 de septiembre de 2012
sábado, 22 de septiembre de 2012
¿Sistema escolar-educativo?
Acepto lo de educativo porque se insiste en que es "educativo"; yo sigo creyendo que es solo "escolar"; o menos, es un sistema de escolarización, y su problema de fondo es definir los fines del mismo. Si sus fines son la empleabilidad (¡menudo concepto!, demasiado abstracto para el problema del desempleo), la eficiencia, asegurar un menú común de conocimientos que conecten con las empresas, etc., tendremos que pensar que no es ni escolar, es "laboral", directamente.
Cuando me lea el proyecto de ley orgánica (¡menuda denominación!) surgirán, ellos solitos, más argumentos para avalar la "laboralidad" de la ley del tertuliano ascendido a ministro; de momento, uno. Cuatro cedazos en un periodo de 18 años - a los nueve años, a los doce años, a los quince años y a los dieciocho-, suponen un sistema de selección, ¿o un sistema de exclusión?. El sistema escolar se convierte, así, en una "carrera profesional", al más puro estilo laboral. Se asistirá a clase, se estudiará y se aprenderá un programa común, con cuatro pruebas comunes para todo el territorio nacional; no para crecer, para abrirse a nuevas perspectivas, para construir criterios propios, para ser capaz de distinguir, etc. Los profesores organizarán sus programas y clases para superar los cuatro obstáculos del sistema; obstáculos, aunque les llamen "sistema (una vez más el sistema) de evaluación" del sistema, luego metasistema de metaevaluación, que los alumnos que pretendan seguir de pie en el sistema tendrán que superar. Si alguna duda me quedaba, con esta ley se borrará de la realidad cualquier resto de fines educativos.
viernes, 21 de septiembre de 2012
A bote pronto.
Por fin habrá un texto de la reforma de Wert. ¿Y sí decimos que de acuerdo? ¿Sin debate? ¿Sin críticas? ¡Lo que Ud. diga! Si ya estamos haciendo lo mismo en todos los demás asuntos de política; ¿qué más da darles la mano en el sistema escolar? Darles la mano, solo en el sentido de que empiezan a jugar; "son mano", si es una partida de póker. ¿De qué va, si no es póker?
Control, control y control, pero solo en el sistema educativo, y porque quieren conectar las aulas con las empresas. Este objetivo no llega ni a la categoría de utopía. Nunca ha existido ni existirá, porque si se consiguiera caería un axioma económico: la libre competencia lo arregla todo. ¡Qué manía en ver a todos los alumnos como futuros trabajadores del sistema capitalista vigente! Bueno, no es un manía, es otro axioma: todo ciudadano es un productor al servicio del sistema.
Creo que, por fin, me voy a dedicar a la poesía.
...y también "dislate" ( y V).
Es un despropósito, o un dislate (que deriva, según el Corominas, de deslatar con el sentido de disparar un arma, y también con el sentido de hacer algo violento o detonante) que el tertuliano ascendido a ministro siga defendiendo que él no ha hecho "recortes", sino que está intentando ser más eficiente. Y la guinda, que las protestas no son contra él, contra su persona, sino contra la crisis, que es la causa de que el sistema escolar tenga menos profesores, haya más alumnos por aula, y todo lo que cada día se va publicando.
Un dislate casi desconocido. Por lo menos en la Complutense no se puede pagar la matrícula en dos pagos, como hasta el curso pasado, más que a partir de una cantidad alta, no sé cuál; la hija de una amiga ha tendido que pagar los 2.500 € en un único plazo, o no te matriculas.
No es cinismo, ni tergiversar, ni coger el rábano por las hojas, ni ser miope, ni estar mal aconsejado, ni que se saquen de contexto las palabras dichas, ni deslocalización, ni dislocación, ni disloque. Todo lo que vamos conociendo del ministerio de educación y sus consecuencias, es un dislate, un despropósito, un disparo contra el sistema escolar; son actos violentos contra el sistema escolar.
jueves, 6 de septiembre de 2012
Deslocalizar, dislocar, disloque... (IV)
Oí ayer al tertuliano ascendido a ministro defender, creo que recuerdo con precisión, que la eficiencia económica no tiene necesariamente que empeorar el sistema escolar; de acuerdo; pero él no ha decidido ser más eficiente, sino que ha decidido ahorrar, restar, disminuir, achicar, los recursos económicos que asignar eficientemente. Se puede ser eficiente con pocos o muchos recursos económicos, sí, pero no es lo mismo, por ejemplo, treinta alumnos en un aula que cuarenta alumnos en el mismo espacio; no es lo mismo atender individualmente a cada alumno en un aula con 25 alumnos que con 50; no es lo mismo dar clase a a 40 que a 20; no es lo mismo tener 40 alumnos, y a sus familias, tutelados, que treinta. Y en todos los casos se puede ser mi eficiente. Otra cosa será qué resultado se obtienen, es decir, si se es eficaz.
Reducir el presupuesto del sistema escolar nacional es cambiar los objetivos a conseguir, es cambiar los resultados esperados; de una forma más cínica se puede defender: que no va a descender la calidad del sistema escolar nacional, aunque se reduzcan sus recursos económicos, personales, espaciales, etc. Y no se arregla todo eso aumentando el número de horas de clase, que es lo único que parece que va a aumentar, al menos en algunas materias, a costa de otras.
La reducción de recursos económicos afecta al sistema escolar público nacional y al sector público concertado, pero no por igual. Hay más recovecos, pero vale uno económico; los centros públicos concertados va a recibir una cantidad menor por el concierto económico, pero podrán cobrar más a las familias de sus alumnos y, sobre todo, tendrán 40 o más alumnos por aula; luego unas diez familias pagando material escolar, psicólogo, actividades extraescolares, comedor y, para incluir un chiste de Gila, desgaste de patio, santo del director, y demás gavelas que pueden ir cayendo en beneficio de los alumnos, por supuesto. Total, que el sector del sistema escolar público concertado va a disponer más recursos económicos. Es posible de eso se tratara desde el inicio.
Estamos ante deslocalizaciones, dislocaciones, disloques, o son solo acciones políticas destinadas a privatizar al máximo posible el sistema escolar nacional. Es una manera sencilla de reducir los gastos e inversiones del sector público nacional; no doy el servicio, y no lo pago. Estupendo; ahorrar por no comprar, ahorrar por no invertir. Eso no es un anteproyecto de ley orgánica para la mejora del sistema educativo; es...otra cosa, ¿no?
Otra dislocación. Ayer 5 de septiembre de 2012, cuarenta y dos años después de su supresión, las Cámaras de comercio españolas y alemanas decidieron, noticia de TVE 1, resucitar a los aprendices en las empresas, so capa de formación profesional dual. La Ley de Educación de 1970 apostó por la formación profesional reglada, y se cargó las escuelas de aprendices de las empresas y otras, se cargó el PPO (Plan de Promoción Profesional Obrera), y ahora, sin que se entere el tertuliano ascendido a ministro los empresarios, seguramente alemanes, los reinventan en España para el mercado del que disponen: mil quinientas empresas alemanas en España; el telediario de la 1 dio hasta el salario de estos aprendices: entre 230 y 530 euros. Esto no es ni deslocalización, ni dislocación, ni disloque; es un acto legislativo. ¡ Take of de Flask, Carrask!
martes, 4 de septiembre de 2012
¿Qué hay del "disloque"? (III)
Cuando digo u oigo: "nn/oo es el disloque", siento que estoy atendiendo a una salvajada, a un exageración. Me entran dudas, y leo el Casares: "el colmo, cosa excelente". Tendré que corregir mis percepciones y comprensiones del disloque. Creía que las decisiones del tertuliano ascendido a ministro eran un ejemplo de disloque de la realidad, y resulta que no, que solo son errores de bulto y mentiras; ¿o es una dislocación intelectual afirmar que se mejora el sistema educativo con menos profesores, y más alumnos por aula?; porque la deslocalización ya existe, por lo menos en Galicia, Castilla La Mancha y Castilla León, que han cerrado escuelas locales y las han "deslocalizado" a centros más grandes, imponiendo el transporte en autobuses escolares o similares. Seguirá.
domingo, 2 de septiembre de 2012
¿Deslocalizar o dislocar el sistema educativo? (II)
Otro dato previo. Hasta hace unos años si pedías un crédito a un banco, éste quería garantías reales y avalistas; es decir, se aseguraba el cobro del principal y de los intereses sin complicarse mucho al vida. Hoy, si pides un "rescate" (estoy seguro de que es el nuevo nombre del crédito; porque creer es mucho más personal que "rescatar"; además recatar tiene un nimbo de gloria y desinterés personal; todo ventajas), además de los avales y las garantías reales -o ideales-, te piden que hagas sacrificios.
Hete aquí que, además de cambiar el nombre de los créditos, copiando de la moral católica exigen sacrificios. Yendo más allá de los confesores católicos, además de los sacrificios exigen el pago del principal y de los intereses. Vamos, la penitencia y el sacrificio.
Hete aquí que ser rescatado es un desdoro para el rescatado, cuando hasta hace poco tener muchos créditos en los bancos era un honor con derecho a medallas.
Los créditos -económicos, no los escolares-, tiene que ver con la deslocalización o dislocación del sistema escolar. Solo enunciarlo: para deslocalizar o dislocar hace falta dinero; luego créditos o rescates, y no sé si se puede elegir. Seguirá.
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