miércoles, 24 de febrero de 2010

Educación liberal: William Johnson.

Que adoptó el apellido Cory tras salir de Eton, describe a sus estudiantes, hace más de 150 años, qué se entiende por educación liberal:

Al venir a esta escuela os comprometéis a una tarea no tanto de adquisición de conocimientos cuanto de realización de esfuerzos intelectuales mientras os sometéis a la crítica. Podéis conseguir cierto caudal de conocimientos; y no debéis lamentaros por la horas empleadas en acumular lo que acabaréis por olvidar, pues la sombra del conocimiento perdido al menos os protegerá de muchas ilusiones. Pero venís a una gran escuela no para adquirir conocimiento , sino para adquirir artes y hábitos: el hábito de la atención, el arte de la expresión. el arte de daros cuenta en un simple momento de una nueva idea, el hábito de someteros a censura y refutación, el arte de indicar asentimiento y desacuerdo de manera graduada y medida, el hábito de fijaros en los detalles con exactitud, el hábito de saber hacer las cosas a su tiempo, el gusto y la discriminación, el valor mental y la sobriedad mental. Sobre todo, venís a una gran escuela para conseguir el conocimiento de vosotros mismos.

Tomado de PÉREZ-DÍAZ, Víctor, La esfera pública y la sociedad civil, Santillana- Taurus,
Ciencias sociales, Madrid, 1997, pág. 151 y s. Este autor toma la cita de ROSOVSKY, Henry, The University: An Owner´s Manual, Norton, Londres, 1990.

Personalmente, utilicé esta cita por primera vez en septiembre de 1997. Hoy, cuando seguimos discutiendo sobre nuestro sistema escolar, la utilizo por segunda vez. No se trata de reinventar un sistema para un grupo privilegiado de la población, Eton en el siglo XIX, sino de encender alguna luz en un debate que dura en España casi ciento cincuenta años, y que no parece tener fin.


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