miércoles, 4 de mayo de 2011

¿Un punto de partida?

En estos casi tres años que llevo dedicados a vivir, que debe de ser lo que hacía la gente antes de la industrialización que trajo el desempleo, antes es posible que la mayoría debería haberse considerado en el paro,  ha leído algunos libros sobre el tema de este blog: educación, escolarización, historia de la educación, etc. A lo grueso, todos esos libros se pueden clasificar en dos; un grupo de libros académicos: historia de la educación, pedagogía, psicopedagogía, (pseudopsicopedagogía; ¿también?); otro, directamente panfletos. Me han divertido mucho más los panfletos; los académicos siempre, bueno, o casi siempre, viven de lo que han escrito otros; los panfletos, aunque la exageren, viven de la realidad.

Seguro que  ha dicho alguien, porque en caso contrario no se me habría ocurrido, que ya es hora de dejar estudiar a los demás, y dedicarse a pensar. No se me ha ocurrido pensando, sino trabajando en un colegio, luego casi panfleto: ni los académicos ni los panfletos son la realidad. Los académicos pueden dividirse en dos a su vez. Historia y situación presente; los de este segundo grupo viven, sobre todo, de las estadísticas, y se dicen a si mismos que son estudios sociológicos. Los panfletos no se pueden subdividir; pero tampoco son la realidad, sino una de las realidades. Los académicos del presente, sociología; los panfletos suelen ir por las riberas de la psicología. Ambos se equivocan; vuelvo al pensamiento; los asuntos de educación, y sobre todo de escolarización, juegan con la reducción de la sociología (en resumen, qué hacen cinco millones de personas, o pueden hacer), y de la psicología (qué hace, o puede hacer, una persona). Y muy mal se aplican estas reducciones a un grupo de treinta alumnos/as y sus profes, o un poco mayor, un colegio. Las decisiones no se toman, de verdad, ni en el parlamento, ni en el boe, sino en las aulas, en los colegios. No sé ahora cuantos colegios de primaria hay en España; si se multiplica ese número por seis aulas, y por seis profes, las cifras son enormes; pues en cada aula, cada profe toma decisiones varias horas al día. Esta es la realidad de la escolarización, que si queremos representarla en un gráfico daría como resultado un cuadro negro, pero muy negro; no porque la situación sea negra, sino porque de tantos trazos que habría que poner, el resultado sería negro. ¿No será que la educación y la escolarización no están tan mal como dicen, pero parece que es negro el cuadro, cuando simplemente es que no cabe la realidad en un cuadro esquemático? 


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