martes, 2 de noviembre de 2010

1. Filosofía educativa.


"Educación es la acción ejercida por las generaciones adultas sobre las que no están todavía maduras para la vida social; tiene como objetivo suscitar y desarrollar en el niño cierto número de estados físicos, intelectuales y morales que requieren en él tanto la sociedad política en su conjunto como el ambiente particular al que está destinado de manera específica".

DURKHEIM, Émile, Educación como socialización, Ediciones Sígueme, Salamanca, 1976, pág. 98.


Mantengo la definición de educación de Durkheim (entrada en este blog del 25.01.2010), y los fundamentos de la calidad de un colegio (entrada del 06.09.2010), y por extensión ¿también de todo el sistema escolar? No lo sé, pero sobre estas dos bases voy a andar en las siguientes líneas. Es evidente que el texto de Durkheim es muy discutible; como todas las definiciones; reproduzco una muy reciente, del blog "La clau es l'educatió", que puede discutirse, e incluso completar:

...un procés pel qual es complementen els factors endògens i exògens, és a dir, aquells factors externs rebuts de la influència exterior, de la societat; i per altra banda, de la capacitat individual de cada persona. Per acabar de completar la definició es podria afegir que aquest procés dura tota la vida i condueix a les persones a la seva formació completa mitjançant els dos factors esmentats anteriorment.

Las negritas de las dos definiciones son mías, y pretenden resaltar la referencias al primer fundamento de la calidad del colegio, o del sistema escolar. Ambas definiciones pretenden dejar al margen cualquier planteamiento ideológico; ambas lo tienen, y si esto fuera un trabajo académico, procedería la historia de las "ideologías" educativas a lo largo de la historia; ya hay muchas publicaciones sobre el asunto, y, todas, reinterpretan la historia de las "ideas" sobre qué es y cómo debe hacerse eso de la educación desde perspectivas diferentes, condicionadas por el final predeterminado por cada autor; algo así como llevando toda el agua a su molino;todas son válidas para tener una visión de ese viaje.

Mi opinión, a la que he ido llegando, y todavía voy llegando, a lo largo de muchos años, es, directamente, que la educación, y por ende el sistema escolar que es parte de la educación, debe, o puede, soportarse sobre: la unidad y dignidad de la persona.

Unidad, en sustitución (no enfrente; no pretendo polemizar con, o contra, otros planteamientos; no encuentro el término más aséptico; seguramente no existe la posibilidad de evitar la polémica) de otros, cualquier, concepción de la persona con dualidades religiosas; unidad, también, para afirmar, como decía Savater, que existe una vida antes de la muerte.

Dignidad; no utilizar a las personas como instrumentos, como medios, sino como fines en sí mismos (Kant, y otros muchos). Curiosidad; la cátedra de estudios sobre el ocio de la Universidad de Deusto (prof. Cuenca) señala, como una de la notas definitorias de ocio humanista, que éste sea un fin en sí mismo, sin otros objetivos. Pero, ¿dónde se esconde la dignidad de una persona? ¿cómo sabemos que una persona es tratada con dignidad? En los derechos humanos; porque éstos no existen más que en la realidad, en las conductas de las personas; su vigencia es su cumplimiento; las declaraciones, desde los derechos del hombre y del ciudadano (1789), e incluso la anterior de 1776 (declaración de independencia de los USA), son sólo declaraciones. Los derechos humanos existen porque se respetan, se cumplen, se observan por todos; y este es el secreto, obvio, que los derechos son a la vez los deberes. La única forma de que los derechos humanos estén vigentes es que los "cumplamos". Si espero que todos respeten "mi" derecho a la vida, tendré yo que respetar el derecho a la vida del "otro", de los "otros".



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