Entre las brumas de una gripe, creo recordar haber leído en una entrevista, y no puedo recordar ni el periódico ni el personaje entrevistado, una cita de la Constitución Española de 1931. La he buscado en el texto constitucional, y la tengo; art. 48:
La enseñanza será laica, hará del trabajo el eje de su actividad metodológica y se inspirará en ideales de solidaridad humana.
Todos sabemos que es fácil acabar con la corrupción de todo signo y virtud, pero solo es posible hacerlo desde posiciones totalmente honradas y respetuosas con los derechos de las personas, sin recurrir a los dioses ni a los "atajos" éticos, financieros y demás variedades que los "vagos" eligen, la mayor parte de las veces persiguiendo fines sin reparar en los medios.
En la baraúnda de mierda que amenaza con arrastrarnos a todos -estoy oyendo en la radio que se descubre una red de apuestas amañadas en el fútbol europeo-, todavía nos quedan asideros: laicismo, trabajo y solidaridad. Por ejemplo. Se puede formular muchas otras formas, pero siempre acabaremos en el respeto a la dignidad de la persona.
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