viernes, 11 de enero de 2019

Castigos contra el acoso escolar no denunciado en todos los colegios de la Comunidad de Madrid.


No he abandonado del todo este blog; es que las noticias sobre estos temas no me llaman la atención. De vez en cuando leo algo que me pone la carne de gallina. Hoy es una de esas noticias.


En El País de hoy, 11 de enero de 2019, página 25, debate el proyecto de Decreto de la Consejería de Educación de la CAM. 

De forma resumida. Se deberá castigar a los alumnas y alumnos  (la concordancia es mía y consciente; para el debate) que siendo testigos de caso/s de acoso escolar, no lo/s denuncien. Estoy de acuerdo con la conclusión del artículo: la Consejería se lava las manos, y carga contra alumnos, profesores, directores.

Para empezar se parece a un estado policial, en el que la responsabilidad de los delitos no denunciados recae en los ciudadanos, salvo que se conviertan en pseudopolicías. ¿Cómo va a poder funcionar un colegio así? ¿Dónde la convivencia y la confianza entre todos los miembros de la "comunidad" escolar?

Si lo que pretenden es esa analogía con un sistema policial, deberían introducir un premio para los alumnos que sí denuncian los hechos conocidos. ¿Quién determina que los hechos denunciados son ciertos? Con premio o sin premio.


También queda pendiente el valor de los sistemas solo punitivos. El ejemplo es muy antiguo, y lo oí, no es mío. Seguro que si el Director Provincial de Tráfico, además de cobrar las multas a los infractores, enviara una carta a todos los conductores que cada semestre no ha cometido infracciones expresando la más sincera felicitación, es seguro que rebajaría el número de infracciones.

No es la primera medida que pretende judicializar las relaciones escolares y académicas. Porque la propuesta exige una investigación en toda regla sobre los hechos, y, además, lo querrán por escrito. Nunca ha funcionado este sistema extraño al sistema escolar, porque son todos menores de edad. 

La Consejería ha encontrado una escapatoria. Solo se castigará en aquellos casos en los que el alumno conozca los hechos, y denunciarlos no suponga ponerse él en riesgo ni a sus compañeros. 

Solo sirve para seguir investigando. Vaya galimatías (curioso leer las supuestas etimilogías del término: es.wikipedia.org/wiki/Galimatías) que van a parir. ¿Tiene asesores la Consejería? Pues, a la calle todos, y tras ellos, el titular de la Consejería.

No entro en el debate sobre qué es chivarse y qué no; ni en si chivarse está bien o está mal. Porque es caer en un circulo vicioso.

¡Suerte Directores, Profesores y Alumnos! ¡Suerte para Padres, Madres, Hermanos Mayores, y demás familia!

(Precisión post scriptum: cuando hablo de no judizializar las relaciones escolares me refiero directamente a la vida diaria de cada centro, en el que no conviene confundir la disciplina académica y escolar con el código penal).

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