No lo sé, creo que no, y cuando lleguemos, es muy posible, que no nos demos cuenta. Aunque hay una pista para pensar que sí; el ministro Wert cada día está más demacrado, y ayer incluso iba insuficientemente afeitado; puede ser una manera de disculparse ante la sociedad: me estoy cargando el sistema escolar, pero sufro tanto, tanto, que cada día estoy peor.
Desde esta marco del poder, veamos. De momento, hasta el curso que viene, no ha pasado nada más que el susto, que no es poco. Incremento de horas lectivas de los profesores: que yo recuerde, en el sector escolar público no concertado, los profesores y profesoras de Infantil y Primaria debían estar en el centro 25 horas, igual que sus alumnos; si les piden 25 lectivas, significa que pretenden evaporar a los profesores ayudantes de Infantil y los profesores especialistas en Primaria; pero su horario de permanencia en el centro no cambia. (Comparación con la privada: en el sector escolar público gestionado por entidades privadas (mediante los conciertos económicos), los profesores están sujetos al convenio nacional del sector, y tienen 27 horas lectivas y 5 complementarias; en los centro privados, en teoría, igual que los privados que gestionan centros públicos). Hasta aquí el ministro, que yo sepa, no ha cambiado nada; aunque lo diga y lo repita. Pero si se puede derivar la pérdida del puesto de trabajo de los auxiliares de infantil y de especialistas en Primaria. No es el caos, pero sí una variable que puede contribuir.
Al margen, una reflexión económica. ¿Por qué tanto interés en incrementar el porcentaje del sector en manos de entidades privadas que gestionan centros públicos? Porque el gobierno autonómico que lo hace consigue rebajar costes. Veamos. Supongamos que el puesto escolar público gestionado por el gobierno tiene un coste anual de 6.000,- €; a los públicos gestionados por entidades privadas (Colegios concertados) el gobierno les da, supongamos, 4.000,- € por puesto escolar. La diferencia se cobra, y con creces, a los padres; luego en este país hay colegios públicos que cuestan unos 2.000,- € a cada familia; es ilegal, pero siempre se ha tolerado. Más grave; en los centros de Infantil con gestión pública, si no hay auxiliares en las aulas, los padres pueden pactar el contrato de una auxiliar cuyo coste se sufraga a escote entre todas las familias de cada clase.
Seguiré con estos líos; pero es posible que el caos ya existiera en el sector escolar, siendo la causa fundamental de esos resultados que tanto se encarnizan en declarar nefastos.