No sé por qué se conceden 100 días a cualquier cargo público desde que accede al cargo; no sé por qué se celebra que un deportista juegue su partido o partida número cien. Nunca imaginé que llegaría a cien entradas en este blog. Pero por esto solo motivo, llegar a cien, transcribo dos textos.
Uno. El alumbramiento diario de vocabulario económico-financiero local, global y mundial es, ¿ esplendoroso? ¿deslumbrante? Si, además, te explican el significado o contenido de cada término, se deshincha el globo (¿o se pincha la burbuja?). He leído, no lo encontré, un significado o contenido de un término que no pertenece al mundo económico también curioso y divertido:
Ciclo respiratorio paroxístico caracterizado por una serie de movimientos estandarizados durante un período de entre cinco y diez segundos.
Es la definición de "bostezo". Seguramente habría que añadir que los movimientos se hacen con la boca, ¿no?. (Citado en WAAL, Frans de, La edad de la empatía. ¿Somos altruistas por naturaleza?, Tusquets Editores, Matemas, Barcelona 2011, pág. 73).
Dos. En el mismo libro, unas cuantas páginas más adelante (pág. 257), recoge el autor, como "segundo epígrafe" del capitulo siete del libro, unas palabras del presidente Roosevelt en el segundo discurso inaugura, del 20 de enero de 1937, que nos devuelven el mundo de la economía en forma de juicio de la crisis del 29:
Siempre hemos sabido que el interés desconsideradamente egoísta era inmoral; ahora sabemos que también es antieconómico.
Más que un juicio o pensamiento, suena a sentencia. Estoy de acuerdo; la diferencia es que hoy no sabemos que es inmoral, aunque estamos experimentando que es antieconómico. Buen viaje; nos hemos olvidado de la ética y de las personas. ¿Han leído a Smith los que a sí mismos se declaran neoliberales?